
¿Sabes cuántos establecimientos de restauración existen en España? Según datos del Directorio Central de Empresas en el 2017 permanecían en activo nada más y nada menos que 277.539. Para que te hagas una idea esto significa casi un bar o restaurante por cada 168 habitantes. Por lo tanto, la competencia es alta para lograr tener éxito. Sin embargo, no es imposible.
Nadie dice que planificar, controlar y gestionar un negocio de hostelería sea fácil. Pero hay unos puntos importantes o pilares que ayudan a que un establecimiento pueda triunfar:
Ubicación y clientes
Escoger el lugar incidirá en el tipo de clientela que se tendrá, así como repercutirá en el precio del alquiler si lo hay. Es decir, no es lo mismo tener un bar y o restaurante en el centro de una ciudad que en un sitio más apartado. El horario tampoco será el mismo ni el ritmo de trabajo. Habrá mayor actividad a ciertas horas según el tipo de local.
Buen producto
El coste de las materias primas es uno de los aspectos más delicados a los que afronta un hostelero. Se debe lograr encontrar un equilibrio entre una adecuada oferta sin precios excesivos y sin bajar la calidad del producto. Lo ideal es dar algo diferenciado que se traduzca en buenas opiniones de los clientes que es la mejor promoción y publicidad.
El personal
Sin buenos profesionales de poco serviría ofrecer buenos productos. El servicio es importante porque incrementa las posibilidades de que el cliente repita y recomiende el negocio. En el ámbito de la cocina es primordial la vocación y formación y en los camareros la profesionalización. Aunque creemos que también hay que tener algo de paciencia en ciertas situaciones porque el trabajo en restauración no deja de ser sacrificado con largas jornadas y momentos de saturación que dificultan la rapidez en el servicio. Sin embargo, siempre habrá detalles que marquen la diferencia como: buen trato, escuchar con atención, anticiparse a lo que el cliente necesita, ofrecer recomendaciones y disfrutar del trabajo con una sonrisa. En As Canteiras trabajamos día a día para que los clientes se vayan con buen sabor de boca (nunca mejor dicho) y vuelvan a nuestro complejo gastronómico en Antas de Ulla.
Fuente: Directo al paladar